Sin rumbo fijo

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sábado, 2 de agosto de 2014

Lavaderos de Xallitic pausados en el tiempo

Francisco De Luna

Xalapa, Ver.-Pareciera que los lavaderos de Xallitic son un espejo que muestran el pasado, que ayudan a ver por lo menos cuatro siglos atrás. Aquí el tiempo hizo una pausa, se trata de un instante capturado del siglo XVI.

El sonar del agua en su recorrido hacia la casa con pilares, techo de teja y en color rojo, paredes arqueadas guardan los aspectos coloniales y gustos de los españoles que alguna vez se apoderaron de la zona.

La historia cuenta que en el lugar se asentó la cultura totonaca procedente de lo que hoy es el municipio de Naolinco; fue aquí donde localizaron un manantial del cual durante varios años hicieron uso.

Posterior a la llegada de los españoles se construyó esta obra donde actualmente existen 27 lavaderos, mismos que continúan en uso por algunos habitantes de la ciudad de Xalapa, pues se trata de un sitio histórico que no se desgasta con los años.

Diversas historias se cuentan sobre Xallitic, así como leyendas que atemorizan a los vecinos, pareciera que en estos lavaderos nada es serio, lo cierto es que se trata de un lugar donde la realidad se conjuga incluso con el misticismo.

Las aguas caen en los lavaderos, algunos vecinos acarrean el líquido o lavan la ropa, también lo utilizan como área de recreación familiar pues los jueves grupos locales amenizan el ambiente.

Ahí se baila, se zapatea a modo de sacudir el cansancio; desde arriba en el puente de gran altura los paseantes miran hacia abajo, ven y escuchan cada uno de los ritmos que resuenan en las bocinas.

Es el barrio, es lo histórico, es la gente, se trata del lugar perfecto para la convivencia donde el xalapeño muestra su gusto, aquí  nada se esconde, pareciera está prohibido tener pena cuenta don Luis Hernández un señor de 65 años, quien limpia y custodia los lavaderos.

Los elementos que integran el panorama son dos fuentes con caída de agua que “escalonea” desde el “árbol de carbón”, un enorme puente con cuatro bases arqueadas, un nicho que muestra una cruz y la Virgen de Guadalupe.

Se trata de un lugar sagrado, un sitio con historia, su significado “En el vientre de la arena”, aquí se concentran también todas las emociones de los habitantes de la región, pues en este barrio se enamoran, se besan, rompen relaciones o simplemente sus vivencias también se quedan pausadas en el tiempo.





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