Francisco De Luna Gaona
Coxquihui Ver.- Existen historias que se escriben sobre papel, pero hay otras que se escriben sobre piedra y que forman parte de un legado histórico. Se trata de las cuevas de “La Letra”, obras maestras que sobresalen de las rocas; lugar misterioso donde el olvido ha dejado huella, ahí los antepasados plasmaron escenas alusivas a su vida.
“La letra” como antiguos
pobladores le nombraron por el poco conocimiento que le asignaban al grabado
que en realidad son figuras con valor único e inigualable que podrían contar la
historia aún no conocida de la sierra del Totonacapan.
Estas cuevas se ubican en la
comunidad de Sabanas de Xalostoc, Ojital, Piedras de Afilar, y para recorrerlas se necesita por lo menos
de un día, un buen calzado para atravesar los terrenos accidentados y conocer
lo impresionantes que son atrás de esa exuberante vegetación.
Los lugareños han creado leyendas
en torno a esos sitios, creencias que han sembrado el miedo entre los
pobladores ---cuentan que al medio día aquel que entre a “la letra” jamás podrá
salir pues se convierte en el alimento de los seres fantasmales que viven
dentro de las cavernas; otra de las especulaciones es que es el hogar de la
llorona, de la muerte, del diablo y
horrorosas serpientes; otros aseguran que ahí habitan los duendes--- pero
cualquier explicación, esas cuevas siguen siendo un misterio, pues nadie se ha
interesado en hacer una investigación.
Tal vez no crean en
fantasmas, pero no se puede negar que estar ahí te sientes hechizado por los
espíritus de las personas que alguna vez pintaron esas paredes.
Y al hablar de “La letra” es
conocer las figuras que hablan a través del tiempo, belleza escondida en la
profundidad de la sierra de Coxquihui; las rocas y los montículos verdosos ocultan
la memoria de los hombres y mujeres que ahí se refugiaron y con grabados
mostraban símbolos y representaciones iconográficas de un pasado muy lejano
pero, que sin embargo, han logrado sobrevivir el paso del tiempo.
Don Juventino Jerónimo,
propietario del terreno donde se ubican algunas de las cuevas, relató que desde
muy pequeño observaba esas figuras pues su abuelo le contó que ahí alguna vez
existieron hombres primitivos que realizaban ritos; “eso nos decía mi abuelito,
por que a él también le contaban sus abuelos, y esas figuras tienen muchísimos
años, pero la hierba y la tierra han estado tapando poco a poco otras paredes
donde también hay figuras, así como en la comunidad de la “Luna” que pertenece
a Espinal, donde hay pintura rupestre”
“La letra” es un lugar donde
se construye la memoria, sitio que no ha sido explorado, por que además de
ellas, también hay un aproximado de ocho pirámides cubiertas de maleza y que al
paso de los años se han ido destruyendo, comentó el profesor Jaime Gaona Hernández.
Las cuevas enclavadas en la
sierra, han sobrevivido al tiempo, han originado creencias, temores y en
algunos casos se han convertido en sitios para practicar ritos satánicos,
factor que ha provocado el deterioro de las paredes que quieren contar una
historia…
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