Francisco De Luna
Coatzintla,
Ver.-Los
espectadores son testigos y protagonistas de la flagelación a la que ellos
mismos se someten. La gran mayoría del pueblo coatzinteco participa en la
“locura de Judas” que al entregar a Jesús de Nazareth a cambio de unas monedas
se vuelve loco y se ahorca.
En esta
carrera se hace la representación de la locura que envuelve a Judas. Él corre
entre las calles céntricas del municipio, mismas que son escenario para el
ritual religioso. Al tratar de escapar golpea con ramas de “chichicaxtle” (planta
que causa comezón e irrita la piel) a los asistentes.
“Me arrepiento de mis pecados” gritó uno de los asistentes, se quitó la playera y pidió que lo ramearan con chichicaxtle y luego dio la espalda para recibir los “planazos” con machetes, durante la tradicional “Carrera de Judíos” en su 149 aniversario.
Con esta fiesta se rompen varios protocolos de la religión católica. Entre la muchedumbre se escuchan las groserías para retar a Judas, también les arrojan bebidas embriagantes o cualquier objeto para recalcarle su traición al Hijo de Dios.
El “Sábado
de Gloria” en Coatzintla, municipio ubicado en la zona norte del estado de
Veracruz es de las celebraciones que causan asombro entre los visitantes cuando
observan espaldas hinchadas, marcadas y hasta sangradas por los golpes del
machete.
Las pieles
de los rameados por las hierbas quedan rojizas por la comezón y el ardor, “pero
nadie debe quejarse, esto es parte de la tradición” y uno de los rituales con
mayor extrañeza para arrepentirse de los pecados.
Participan
en promedio 120 judíos quienes son los encargados de la flagelación y ninguno
de los golpes es actuado, ya que forma parte de las penitencias. Este evento se
desarrolla en el marco de las celebraciones de “Semana Santa”.
La actividad
comienza a las 12:00 del día; al tiempo que suenan los cohetes se anuncia que
la locura de Judas ha iniciado y la gente tiene que correr y abrir espacio para
que la carrera continúe y de esta manera evitar ser golpeado o rameado.
El personaje
central es Judas, quien camina entre las calles, vestido de negro, amarrado al
cuello con un lazo, así como pelo en el rostro para no ser reconocido. En ambas
manos carga los ramos de las hierbas irritantes para la piel.
Corretea a
los espectadores entre las calles de Coatzintla, junto con los judíos
quienes visten penachos y trajes coloridos y lanzas cubiertas con papel
brilloso, así como los machetes que cargan y en ocasiones arrastran en el piso
como símbolo de poder y reto a los visitantes.
“La Carrera
de Judíos” tarda dos horas y al concluir detienen a Judas, es amarrado y
acostado en una camilla de tablas para pasearlo en el parque y frente a la
Iglesia católica de “Santiago Apóstol”. Después es llevado a una vivienda para
luego ser trasladado al cementerio municipal donde por medio de la
representación con un “muñeco” es quemado por traicionero.
La fiesta
continúa con un baile popular, entre cervezas, comida tradicional para comenzar
de nuevo con los pecados, mismos que el próximo año habrán de pagar con Judas
en su locura.
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