Texto :Francisco De Luna

Un paseo de dos horas basta para remontarse cinco
siglos atrás. Pasar por frescos y sombríos corredores, carrozas, un extenso
lago, la fuente, la capilla, las áreas verdes y enormes higueras que sobresalen
con ramas caprichosas entre los tejados rojizos de la hacienda, son tan sólo
parte de los escenarios que regala este emblemático lugar.
La hacienda fue construida en 1525 como una modesta
hostería para que descansaran los viajeros que se dirigían al puerto de
Veracruz. Su primer dueño, quien le dio el nombre, fue un soldado de Hernán
Cortés llamado Juan Lencero.

Fue el 27 de mayo de 1842 cuando la propiedad pasó a
ser este personaje más controvertido en la historia de México, pues ocupó 11
veces la presidencia de la República.
.jpg)
El
recorrido por la hacienda
Son 24 cuartos adornados con muebles de madera
perfectamente conservados. Cuadros, dormitorios que aún tienen esas características
propias del siglo XVI, espacios para el descanso con muebles pintados a mano,
un piano austriaco y amplios espejos que reflejan el romanticismo de aquellas
épocas.
En el interior de los cuartos cuelgan cuadros,
algunos de ellos bordados con hilos de oro, los tapetes, las fotografías,
amplios armarios, así como mesas extensas y la cristalería en color azul,
adornan los sitios de descanso y los lugares más íntimos de quienes habitaron
esta hacienda.
También se puede observar un cuarto de cacería, que
era el deporte favorito de ese entonces. Y para prueba de ello, hay una
colección de armas de fuego, así como cabezas y cuernos de venados.
En otro apartado, hay decenas de llaves muy viejas
que cuelgan con llaveros de madera y plástico, así como números de cada una de
las habitaciones.

No hay comentarios:
Publicar un comentario