foto tomada de twitter |
Cuetzalan
ofrece una rica mezcla de atractivos prehispánicos y coloniales, acariciados
por la neblina que recorre sus calles empedradas y montañas cubiertas de tupida
vegetación.
Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, "lugar donde abundan los quetzales"; aunque la acepción para Cuetzalan es "manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes”. Sus habitantes producen uno de los cafés más aromáticos y reconocidos del país. En cada rincón de sus calles se asoma un hermoso paisaje que invita a recorrerlas y a descubrir su entorno.
Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, "lugar donde abundan los quetzales"; aunque la acepción para Cuetzalan es "manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes”. Sus habitantes producen uno de los cafés más aromáticos y reconocidos del país. En cada rincón de sus calles se asoma un hermoso paisaje que invita a recorrerlas y a descubrir su entorno.
Cuetzalan se
distingue por las prendas de algodón blanco, de hilo de artisela y de lana,
también por las elaboradas en telar de cintura como sarapes, chales, jorongos,
cambayas, cortinas y rebozos. Trabajan la madera para crear muebles, cruces de
cedro, tambores, teponaxtles, sonajas, flautas, violines y máscaras. El domingo
se exhiben en el tianguis diversidad de objetos, desde sombreros y cestos hasta
piezas de cerámica y miniaturas de madera y trapo.
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